Hay
ausencias
que se quedan con uno
que no dejan de doler,
que viven siempre.
Y uno las calla y
sonríe,
pero ahí están
en cada pensamiento y a
cada instante.
Hay ausencias que
tienen rostro,
risa y besos,
tardes eternas de
recuerdos
y un cajón con fotos
de otros días.
Hay ausencias que son
nuestras
por derecho propio
y tienen el nombre de
ella,
su mirada llena de
esperanza,
el suave roce de sus
manos
y las dulces palabras
que un día lejano dijo.
Hay ausencias que, como
la tuya,
jamás se olvidan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario